Los murciélagos se aproximan a los estanques, lagos y ríos para beber. En ellos,también encuentran gran cantidad de presas. Se trata de las únicas superficies lisas y horizontales con las que estos animales se topan mientras recorren su hábitat y las únicas que responden a su sistema de ecolocalización (generan sonidos de alta frecuencia que utilizan para orientarse) como si se tratara de un espejo acústico.
Pues bien, un estudio del Instituto Max Planck muestra que nuestras ciudades son auténticas trampas sensoriales para los murciélagos: los edificios construidos con grandes ventanas, por ejemplo, presentan un eco similar al del agua.
Ismael Carrera
Periodista e investigador del mundo animal.