El 80% proviene de zonas terrestres y llega al mar mediante el curso del agua en sus diferentes modalidades, según datos de la fundación europea Surfrider, especializada en la lucha contra dicha contaminación. Estos residuos proceden de nuestras calles, de actividades industriales comerciales y agrícolas, de vertederos descontrolados y de la basura de origen doméstico. Así, millones de papeles grasos, envases de alimentos, colillas, botellas o latas son transportados de manera diaria desde tierra adentro hasta el mar: en total, según estimaciones, unos veinte millones de toneladas de residuos, de los que entre ocho y dieciocho millones son plásticos, unos de los principales enemigos de los océanos. Otro 10% de esa basura marina es el resultado del abandono de desechos en las orillas, tanto las de los ríos como de las costas. Y el 10% restante se tira directamente al mar y proviene de actividades de transporte marítimo, pesca o actividades náuticas.
Carolina Mulero y Martina Barrado.
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